Juntos – La importancia del apego inicial
En este articulo publicado en la revista mundoceleste, nos hablan de la gran importancia que tiene el contacto desde el primer momento para el bienestar del bebe y la madre y el comienzo de la lactancia de forma sencilla y natural, dejando que las hormonas fluyan y todo sean momentos para vivir y recordar con felicidad.
Cuando hablamos de apego, nos referimos a ese maravilloso vínculo que se da entre madre y bebé desde que ella se entera que está embarazada y luego se refuerza cuando siente sus movimientos o lo ve en las ecografías, pero es aún mayor el vínculo cuando lo tiene, por fin, en sus brazos. Además, el tiempo que dura el embarazo le ofrece a la madre y a su pareja adaptarse y prepararse para el momento del encuentro con su bebé.
Este apego brinda a la madre y al bebé tranquilidad, seguridad y consuelo frente a la nueva etapa de sus vidas y será el referente para las relaciones futuras del niño. Crear un vínculo especial puede influir con relaciones saludables del bebé en el futuro con otros.
Lo más natural es que una madre y su bebé estén juntos luego de ocurrido el parto. De esta forma, él sentirá el calor y la seguridad que necesita para afrontar la vida. Muchas veces, esto no se lleva a cabo, ya que las madres son separadas de sus hijos por varias horas sin ningún motivo trascendental. Si la madre y el bebé no tienen ningún tipo de complicación, se debe fomentar el contacto piel a piel lo más pronto posible. Esto tiene repercusiones invalorables en el apego y en el éxito de la lactancia.
Ambos se necesitan. Una madre y su bebé, que se mantienen juntos desde el inicio, van a ir conociéndose y reconociéndose mejor. Así, se iniciará en ellos una sólida conexión que durará por siempre. Es en estos momentos que fluye una serie de hormonas en la madre como la oxitocina, llamada la hormona del amor (que aumenta el instinto maternal y lleva a la madre a explorar a su bebé con caricias y miradas), y otras hormonas como las endorfinas (relajan a la madre y contribuyen a que goce esos momentos críticos al lado de su bebé).
Igualmente, el bebé, luego del parto, está más alerta, puede interactuar mejor con su madre, y utiliza mejor sus reflejos de succión y de búsqueda, lo cual favorece a la lactancia.
Es importante que la madre sepa que debe procurar el contacto piel a piel, poner al pecho a su bebé a libre demanda, es decir, cada vez que el bebé quiera. Esto hará que ella comience a producir la cantidad de leche que su bebé requiere.
En los primeros días le ofrecerá a su bebé el calostro, una leche de color amarillo, riquísima en sustancias protectoras y con los nutrientes necesarios. Este calostro se produce en la cantidad que su bebé necesita y que, luego de algunos días, comenzará a producir mayor cantidad de leche, la cual se mantendrá gracias a la succión de su bebé.
Los profesionales de salud involucrados en la atención de la madre y su bebé tenemos la obligación de apoyarla a que tenga una lactancia placentera. Se le debe permitir ejercer su derecho de estar con su bebé lo más pronto posible luego de ocurrido el parto y dejarlos permanecer unidos, lo cual reforzará el apego, el vínculo entre ellos y será el inicio de una lactancia exitosa. Asimismo, nos encargamos de permitirle a la madre que utilice sus instintos al poner al bebé al pecho y observar si está colocándolo adecuadamente y, solo si vemos que necesita ayuda con “el agarre”, darle el apoyo que necesite.
A la madre le ayudará saber que al poner al bebé al pecho debe estar alineado, muy pegado a ella, con su nariz apuntando al pezón, esperar que el bebé abra muy bien la boca y acercarlo a que tome un buen bocado de pecho (incluyendo el pezón y parte de la areola). Un buen agarre es importante para el éxito de la lactancia.
Finalmente, todas las mujeres tienen el derecho de gozar lo más pronto del contacto con su bebé y dejar fluir sus instintos de madre. Si tiene duda o necesita apoyo, busque ayuda en profesionales expertos en el tema.
Milagros Paz Cárdenas
Obstetra
Consultora Internacional en Lactancia Materna
Directora de Milagro de Vida,
Preparación Prenatal