Archivo por días: 16 octubre, 2012


Una socia de Lactando nos emociona con sus palabras

A continuación podéis leer las palabras que nos ha enviado Paqui Postigo.

Tengo delante de mi el programa de lactando con las actividades de la semana de la lactancia. En su portada creo reconocer algunos rostros  conocidos. La manita de mi hijo acariciando mi pecho mientras mama me transporta 20 meses atrás. Y es ahí donde reconozco de nuevo esos rostros que tanto significaron en ese momento de mi trayecto por mi tercera maternidad. Mi hijo tenía un frenillo tipo 3 que no era excesivamente evidente y que unos confirmaron y otros desmintieron. –Entre tanto mis pezones dolían a rabiar, mi hijo lloraba  mucho y cogía muy poco peso. Yo tenía todo el soporte emocional y profesional que necesitaba. Mis matronas estuvieron pendientes de nosotros, mi familia me apoyó en todo momento y yo tenía la información y los recursos a mi alcance. Sin embargo en lactando encontré ese algo más que hizo la diferencia. Encontré otras madres que como yo luchaban con las dificultades que la lactancia le ofrecían, madres que como yo querían amamantar a pesar de todo, madres que compartían una filosofía y unos principios de crianza similares. Encontré espejos donde mirarme, donde encontrar un reflejo que reconocía como mío. Encontré fuerza para creer que lo conseguiría porque encontré quien ya lo había conseguido antes que yo.  Sois vosotras las que hicisteis la diferencia. Mas allá de los consejos, del sacaleches eléctrico o de las charlas informativas, lo que a mí me sirvió fue vuestra experiencia y vuestra presencia.

Vuelvo la vista a mi hijo y me sonríe sin soltar su teta. Ya hace mucho que no duele, ya hace mucho que disfrutamos juntos de la magia de la lactancia. Pero parece ayer cuando os busqué y os encontré. Fue solo ayer cuando encontré en vosotras la fuerza  para seguir y la convicción de que superaría dificultades. Por es os doy las GRACIAS. Gracias por seguir ahí casi 2 años después. Para que otras madres sigan encontrando espejos donde mirarse.

Un abrazo de corazón regado con dulces gotas de leche de mamá.