Entrevista a una luchadora


En ocasiones, las reuniones de grupo de apoyo no nos dan para matizar determinados aspectos de una vivencia en concreto. Y por ello, nada mejor que salirse un poco del ámbito de la reunión para realizar una pequeña entrevista a alguna de esas personas que, por distintos motivos, pueden ayudarnos a comprender algunos aspectos muy importantes que pueden llevar a una madre que está pasando por una situación similar a tirar la toalla o a seguir adelante con su lactancia.

Y henos aquí, mientras discurre el curso de una de nuestras reuniones mensuales en la sede de La Alberca, la que se celebra en el mismo edificio de la biblioteca pública, y que con tanto respeto nos deja utilizar sus instalaciones para seguir apoyando a bastantes mujeres en este momento tan importante de sus vidas. Como las reuniones no son tan largas como desearíamos, y con la intención de no “robar tiempo” a las consultas de otras madres, una madre coraje, una luchadora llamada Ana Belén y yo, salimos de la sala de usos múltiples para buscar un rinconcito donde poder charlar con cierta intimidad y recoger detalles de una historia, “su historia”, la historia de una mujer que no se dio por vencida ante las dificultades.

El pasado mes de mayo, nuestro podcast trató sobre un tema que es al mismo tiempo muy conocido pero también ignorado por muchos profesionales de la salud: Las mastitis subaguda o subclícina. La experiencia que tiene Ana Belén con esta dolencia la hace conocedora de primera mano de los pasos necesarios para dar con el tratamiento adecuado de este problema, así como también la hicieron conocedora de las lagunas que aún quedan por delante para poder ayudar más competentemente a este grupo de mujeres.

Comenzamos tanteando el terreno, intentando comprender las bases que Ana Belén tenía para seguir adelante, cuáles eran sus esperanzas, sus sueños, qué problemas encontró y como los afrontó:

Lactando.- Buenas tardes, Ana Belén. Son muchas las preguntas que se me ocurren realizarte, pero ¿qué tal si comenzamos “por el principio”?

Ana Belén.- Buenas tardes, pues veamos poco a poco, jejeje.

Lactando.- ¡Tranquila! Serán preguntan muy simples. Comencemos: Antes de ser madre, ¿cuáles eran tus expectativas al respecto? ¿Qué era lo que esperabas de la vivencia de ser madre?

Ana B.- Antes de ser madre, la maternidad la tienes como idealizada. Y aunque conozcas a otras mujeres de tu alrededor que lo han podido pasar mal, tú piensas: “eso no me va a pasar a mí”, piensas que tu  bebé va a estar estupendamente, que tú vas a pasarlo estupendamente…y luego te das cuenta de que no tiene por qué ser así….que no solo tienes el problema que has visto en otras, sino que tus problemas son incluso “peores”.

[..]no eres cociente de que te va a quitar tantísimo tiempo y que esos primeros meses de tu bebe son un stand by en tu vida, que esos meses tu quedas un poco de lado para que el centro de todo sea él [..]

Lactando.- ¿Conocías a más mujeres de tu entorno que estuvieran en periodo de crianza?

Ana B.- No, así de mi entorno no, porque de los amigos, somos los primeros en ser padres. Pero a raíz de acudir a “matronatación” durante el embarazo, unas cuantas mamás hicimos un grupito que ha sido clave para seguir adelante, una tribu muy buena, donde todas hemos sido madres más o menos al mismo tiempo y hemos ido compartiendo experiencias. Ellas son…Ellas Son.

Lactando.- ¿Cómo viviste tu embarazo? ¿Fue complicado? ¿Tuviste algún problema previo de salud durante el mismo?

Ana B.- Yo viví un buen embarazo. Me sentía muy bien, con más energía que nunca, un embarazo estupendo. Siempre he sido muy independiente y en ese momento más. Tenía las cosas muy claras.

Lactando.- ¿Acudiste a alguna preparación maternal previa al nacimiento de tu bebé?

Ana B.- En mi caso, no me hizo mucha falta acudir a estas charlas de preparación al nacimiento, al menos eso pensaba porque soy profesional sanitaria y mucha información ya me la sabía. Pero si es verdad que a las clases de mi matrona en mi centro de salud sí que fui, porque siempre es bueno recordar cosas que ya sabías y aprender otras cosas nuevas. También porque cuando pasas a ser mamá, lo cierto es que…, se te olvidan muchas cosas, se te pasan por alto: dejas de ser personal sanitario para ser Mamá.

Lactando: Cambian los roles, ¿no?

Ana B.-¡¡¡Totalmente!!!!

Lactando.- ¿Cómo recuerdas tu parto? ¿Esa famosa “primera media hora” donde recomiendan fomentar el contacto piel con piel para fomentar la instauración de la lactancia, del establecimiento del vínculo?

Ana B.- Tuve un parto muy bueno, pero bueno, bueno,… tengo buen recuerdo, comenzó muy poco a poco, pude estar en casa bastante rato porque no rompí bolsa, con mi pelota…, agua caliente… y esperé un poco a ir al hospital. Fueron casi 24 horas de parto pero se me pasaron en un suspiro.

Lactando.- ¿Dónde diste a luz?

Ana B.- Di a luz en el hospital de Huércal-Overa. Decidí parir allí porque me gustaba la manera de trabajar en ese hospital, lo conocía además desde dentro como trabajadora. La primera media hora, la pasamos las dos juntas en la sala de dilatación, piel con piel pues la puse encima de mí todo el tiempo y se enganchó enseguida a mamar.

Lactando.- ¿Cómo recuerdas los primeros dos días de vida de tu pequeña?… dicen que son un poco más complicados…por eso de que a los niños les “cuesta esperar un poco a que te suba la leche”…

Ana B.- Cuando salimos del paritorio y ya subimos a la habitación del hospital yo estaba atacada, ese boom de oxitocina me hizo estar en un estado de alerta total constante. No podía descansar, no podía dejar de vigilar a mi bebe y ver que estaba bien. Era también como un estado de ensoñación. En casa, era algo parecido. Los 2 – 3 primeros días me los tiré….

Lactando.- No te lo podías creer…

Ana B.- Eso es, no podía creerme que era mía, que ya la tenía aquí (jajajaja). Estaba así como “en tensión”. Le ofrecía el pecho muy a menudo, cada vez que ella lloraba.

Lo vivía con rabia. No entendía cómo un profesional de la salud de mi alrededor, de mi entorno me incitaban y me ponía en bandeja la lactancia artificial. Yo no quería eso.

Lactando.- ¿Cuándo comenzaste a sospechar que algo no marchaba del todo bien?

Ana B.- En el día tres no tenía aun subida de la leche y me extrañó. Hasta el cuarto día no me noté la subida de la leche, pero eso lo relacionaba al “tema del frenillo”. Porque… bueno, nada más nacer, durante una revisión del pediatra en el hospital, éste ya dijo “parece que tiene un frenillo, si te da problemas con la lactancia, ve al pediatra y que te vean si te lo tienen que quitar o no te lo tienen que quitar”. Y eso me dio una pista. Si a eso le juntas las grietas, pese a corregir constantemente la postura de la boca de la niña, unido a una pequeña retrognatia que también influye y que en el cuarto día aún no tuviera la subida de la leche….pensé: “algo no va bien, aquí pasa algo”.

Lactando.- ¿Cuándo pediste ayuda por primera vez? ¿A quién se la pediste?

Ana B.- Llevé la niña al pediatra sobre el 4-5 día de vida, y confirmó que tenía frenillo…bueno, más bien se lo indiqué yo; y también le dije que no podía aguantar más. Por la Seguridad Social me derivó a consulta de frenillo. Un trámite sencillo fuera de periodo de verano, pero en vacaciones (me pilló en pleno mes de agosto), eso tardó mucho. Todo estaba cerrado.

Lactando.- ¿Cómo respondió el ámbito sanitario a tu demanda de ayuda?

Ana B.- La solución que daba la misma pediatra: “si no puedes dar teta, métele leche de formula”. Y yo decía que no, que no quería leche de fórmula.

Lactando.- ¿y tú como viviste que la única ayuda que te dieran fuera esa, que te retiraras la lactancia y dieras fórmula?

Ana B.- Con rabia…lo vivía con rabia. No entendía cómo un profesional de la salud de mi alrededor, de mi entorno me incitaban y me ponía en bandeja la lactancia artificial. Yo no quería eso. Porque encima de todo yo soy del gremio. No entendía cómo gente formada, con estudios, me decían simplemente que dejara el pecho. Lo viví con mucha rabia. Además, me sentía totalmente perdida, no sabía dónde acudir en busca de ayuda.

Consulté por móvil con vosotras, que me disteis varias pautas, con albalactanciamaterna,….pero era agosto y todo estaba cerrado.

Mucho apoyo de la pareja,… es fundamental. Ya lo habíamos hablado durante el embarazo. El no entiende de lactancia (no es sanitario) pero como era importante para mí, también era importante para él. LA LACTANCIA ES COSA DE TRES, él fue mi pilar y sin mi pareja nada hubiera funcionado.

Lactando: Agosto es un mes complicado (Ana Belén suspira y resopla asintiendo) Las madres que hemos parido en agosto, entendemos perfectamente a lo que nos haces referencia, pues todo está cerrado, y más en una zona con la costa próxima como es Murcia capital, que además de que todo se queda desierto parece que la población migra. Inclusive encontrar un refuerzo en el entorno puede ser difícil, porque…. ¿cómo vivió tu entorno inmediato toda esta situación, el verte así, sin conseguir instaurar la lactancia como tu querías y verte con rabia, con miedo?

Ana B.- La gente de mi familia,…mi madre, mi padre…., no lo entendían, no entendían el que quisiera luchar tanto por el pecho, teniendo recursos como para porque dar biberón sin problemas y que la niña cogiera peso sin problemas. Pero el saber que estás haciendo lo mejor por tu hijo te hace seguir. Yo pensaba “arda Troya, a mí no me sacan de aquí”. Cabezona,…solucionando un problema tras otro. Y así poco a poco… Mucho apoyo de la pareja,… es fundamental. Ya lo habíamos hablado durante el embarazo. El no entiende de lactancia (no es sanitario) pero como era importante para mí, también era importante para él. LA LACTANCIA ES COSA DE TRES, él fue mi pilar y sin mi pareja nada hubiera funcionado.

Lactando.- ¿Cómo viviste el desarrollo de este nuevo periodo de tu vida, con el problema siempre presente de tu dolencia? Porque claro, me estás contando que al final detectaron y cortaron el frenillo pero… ¿y que más sucedió?

Ana B.- Pues que pasamos por un frenillo submucoso, por unas grietas impresionantes… Pasamos por unas pezoneras que no conseguía abandonar. Los primeros meses tenía la sensación constante de que el pecho siempre estaba lleno, era horrible: la ponía a mamar y por más que la pusiera, siempre estaba duro y lleno de bolas. Tuve  varias mastitis y las tratamos también. Porque bueno…

Lactando.-…porque tuviste que hacerte cultivos por el tema de la mastitis y tuviste que tratarte con antibióticos, pero eso siempre bajo la supervisión de un médico, ¿verdad?

Ana B.- Si, si, varias veces además y siempre bajo prescripción médica.

Lactando.- ¿Y en cuanto a tu producción de leche?

Ana B.- Si… además, y a pesar de tener el pecho siempre lleno, precisé de sacaleches y de complementar con leche de fórmula, porque no ganaba peso, al mes de vida aún no había recuperado el peso de nacimiento. No conseguía establecer la lactancia materna exclusiva. Empecé a suplementar solo un poquito al mes de vida, pero hubo que aumentarlo. Tardó casi mes y medio en recuperar su peso de nacimiento y…claro, tenía a todo el mundo encima de mí: tenía al pediatra encima de mí, tenía a mi familia encima de mí. Para mí, ir a la báscula de la farmacia a pesarla era un trauma, porque yo salía fatal de ahí…

Lactando.- ¿Cuándo comenzaron a cambiar las cosas “para mejor”?

Ana B.-Pues no fue hasta el cuarto mes de vida, cuando ya se ajustó la cantidad de leche, cuando comencé a notar más mejoría. Es cierto que a partir del mes y medio, tras cortar frenillo submucoso, noté algo de mejoría, pero cuando de verdad ya comencé a ver la luz fue sobre los 4 meses y medio. Una vez me encontré mejor también comencé a bajar complementos y a relactar.

Vine ya con la idea de que “como aquí no sepan donde derivarme o cómo hacerlo para ayudarme, probablemente tenga que dejar la lactancia”.

Lactando.- ¿Cómo nos conociste?

Ana B.- Sabía de vosotras desde hace muchísimo tiempo, en mis prácticas como enfermera ya comencé a conoceros. Mi tutora ya me hablaba de la existencia de Lactando. ¿Anécdota?: yo fui monitora cuidando a los niños de las asistentes (junto a mi pareja) en unas jornadas que celebró Lactando hace muchos años y desde entonces tengo conocimiento de vosotras. Yo sabía que el recurso estaba ahí y que en el momento en que os necesitara os tendría al lado. De hecho, tras parir, estuve ya en la primera reunión de septiembre de Santiago y Zaraiche, lo que ocurre es que en ese momento el cúmulo de problemas aún no era tan grande, no sabía lo mal que llegaría a ponerse todo, creía que iba a ser más sencillo, pero precisé de más visitas y de más apoyo.

Lactando.- Si, porque tu viniste a una de las reuniones de La Alberca ya un poco perdida y cansada….

Ana B.- Vine ya con la idea de que “como aquí no sepan donde derivarme o cómo hacerlo para ayudarme, probablemente tenga que dejar la lactancia”. Porque me tiré con una mastitis subclínica 5 meses…los 5 primeros meses de una madre primeriza, donde te bombardean continuamente con la idea de meterle un biberón… yo temía ya hasta por mi salud, no solo por el tema del miedo a un absceso, sino que psicológicamente estaba colapsada, es más: cuando llegué aquí y conté mi caso, me puse a llorar porque ya no podía más…

Lactando.- Porque aquí, en Lactando, además de una nueva pista de dónde podrías buscar una solución, encontraste….

Ana B.-…encontré un poco de comprensión y de apoyo emocional…un chute de energía positiva y la solución al problema.

Lactando.- ¿Cómo ves la situación en el momento actual? Ahora ya, una vez pasado lo peor, al final fuiste a Madrid a la persona que te comentamos, que te ayudó a recuperar y mantenerte en lo que se supone que debería haber sido el estado ideal desde el inicio… física y anímicamente…

Ana B.- Ahora mismo siento que he ganado (respiramos hondo, pues nos emocionamos). He ganado yo, ha ganado mi hija, y creo que he dado una lección a gente de mí alrededor. Yo no sabía que era tan dura. El mayor gesto de amor que he hecho por mi hija, no es haberla parido, ni concebirla, sino persistir en darle lactancia materna…y no me arrepiento.

Lactando.- ¿Cuál sería tu consejo a las madres que puedan estar pasando por una situación similar a la vivida por ti?

Ana B.- Muévete; si no te convence lo que te dicen, muévete, no desistas en el primer problema. Hay que buscar ayuda.

Lactando.- ¿Recomendarías a otras madres y mujeres embarazadas a acudir a los grupos de apoyo?

Ana B.- Totalmente, pero además no cuando tengan ya un problema, sino dentro del mismo proceso del embarazo deberías venir a empaparte de todo la información que se da en el grupo de apoyo. Te van a dar muchas pistas, te van a dar unas pautas, una información más cercana a la realidad y que así no “les pillen de susto una serie de cosas”….dando a conocer, que es lo suyo.

Lactando.- Algunas de nosotras, definimos el estado que tienen muchas madres recién paridas con el término que “duelo de su vida anterior”, pues muchas mujeres no saben lo que realmente les va a suponer tener un bebé y sufren mucho. Y viene bien ver cómo lo viven otras madres.

Ana B.- Es que por mucho que sepas, no llegas a asumir que tras el parto tu bebé va a ser tan demandante, realmente no eres cociente de que te va a quitar tantísimo tiempo y que esos primeros meses de tu bebe son un stand by en tu vida, que esos meses tu quedas un poco de lado para que el centro de todo sea él. Y todo va a girar en torno a él.

He ganado yo, ha ganado mi hija, y creo que he dado una lección a gente de mí alrededor. Yo no sabía que era tan dura.

Lactando.- pues….Ana Belén, muchísimas gracias por tu tiempo y tus aportes. Te invitamos a seguir participando en nuestras reuniones de grupo de apoyo, pues ya sabes que nuestras reuniones abarcan mucho más que lactancia, y que crianza y lactancia van de la mano. Muchas gracias por todo.

Ana Belén.- Vendré, vendré. Muchas gracias a vosotras siempre.

Lactando.- Eres toda una luchadora y una ganadora. Seguro que nos veremos muy pronto.